Narrativa

La lectura y la muerte

“No soy rápido, en ninguna actividad que pueda medirse, y tampoco soy particularmente agresivo. Todo lo contrario. Como se advierte de lo que vengo diciendo, soy o me considero, fundamentalmente, un lector, ¿verdad?". Tras una serie de eventos que parecen inexplicables, un hombre llega a la conclusión de que aquello que lee se traspasa a su mundo. De este fenómeno surge una idea: la planificación de un crimen original, un crimen tan extraordinario que la sóla posibilidad de cometerlo justifica su acto. Y lo único que se necesita es un libro.

Rolando Ariel Pérez estrenó su primera obra a fines del 95 en el Teatro El Vitral. Como cualquier joven escritor se sintió tentado a participar de premios y certámenes literarios con la dudosa suerte de haber ganado algunos (Iberescena, Nacional de Historieta, de Monólogos, Iberoamericano de comic social, etc.). Ya no es joven. Descree de casi todos los concursos salvo los que organiza la Sociedad Rural. Ha escrito todo tipo de textos, por encargo y por gusto, y ha viajado con grupos de teatro por casi todo el mundo. Ya no es joven. Su único desplazamiento placentero lo hace en una Zanella Sapucai 150. La editorial El Trinche le publicó su reconocida novela "Pinchus" en 2019. Ha escrito, con mayor o menor fortuna, firmando o como negro literario, para la pantalla grande y para la chica. Según él, paga mejor la chica, pero es más sana la otra. No se recibió de filósofo, ni de médico, ni de músico, a pesar de los esfuerzos y ventajas del sistema de enseñanza pública. No obstante lo cual, vive estudiando y dicta clases de escritura creativa y de guión hace décadas.