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Narrativa

 

 

 

Risa negra

Risa negra nos sumerge en el inquietante viaje interior de Bruce Dudley, un periodista fracasado que se debate entre la nostalgia y el desencanto. Durante el tumulto industrial de los años veinte, Bruce abandona Chicago para reinventarse en Old Harbor, el pueblo de su infancia, donde el río, el trabajo y su affaire con Aline reflejan la profunda desazón de la posguerra. A su vez, en el trasfondo de la novela asoma una risa oscura que hace eco y deviene en un estertor irónico: un traqueteo disonante entre el pasado romántico de un país, su desasosiego racial y el vértigo implacable de la industrialización.

Sherwood Anderson nos sitúa en el midwest estadounidense con pinceladas reminiscentes de Edward Hopper, donde el país ha dejado atrás la calma agraria del río Mississippi para precipitarse hacia el frenesí de los trenes y las fábricas. A través de las derivas de Bruce y Aline, la novela explora los abismos de la soledad, el deseo y el anhelo de encontrar sentido en una sociedad desencantada. 

Risa negra es una historia sobre la huida y la búsqueda incansable de autenticidad en un mundo arrollado por los escombros de la modernidad. A su paso, deja una huella indeleble y una estela que resuena con su risa oscura.

 

 

Sherwood Anderson (1871-1941) nació en Ohio y murió en Panamá. Fue obrero en una fábrica, soldado, periodista, publicista y hombre de negocios. En 1912 abandonó su trabajo y familia para dedicarse a escribir. Se instaló en Chicago, donde comenzó a publicar sus relatos cortos en periódicos y revistas, y se abrió paso en los círculos intelectuales que también frecuentaban escritores como William Faulkner, F. Scott Fitzgerald y Gertrude Stein. Su primer libro de cuentos, Winesburg, Obio (1919), es un texto fundamental de la literatura norteamericana de principios del siglo XX. Anderson comprendió rápidamente el poder del relato corto y la oralidad para forjar una materia prima que diera respuesta a la ola caliente de la industrialización y el resquebrajamiento de los viejos mitos nacionales. Risa negra (1925) es su quinta novela y también aquella en la que Anderson termina por configurar una lengua capaz de reflejar el motor de la vida estadounidense: la eterna fuga del hombre o, como él mismo lo define en sus Memorias, "el lento y doloroso esfuerzo de un hombre para surgir de algo".

 

Risa negra, Sherwood Anderson

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Risa negra

Risa negra nos sumerge en el inquietante viaje interior de Bruce Dudley, un periodista fracasado que se debate entre la nostalgia y el desencanto. Durante el tumulto industrial de los años veinte, Bruce abandona Chicago para reinventarse en Old Harbor, el pueblo de su infancia, donde el río, el trabajo y su affaire con Aline reflejan la profunda desazón de la posguerra. A su vez, en el trasfondo de la novela asoma una risa oscura que hace eco y deviene en un estertor irónico: un traqueteo disonante entre el pasado romántico de un país, su desasosiego racial y el vértigo implacable de la industrialización.

Sherwood Anderson nos sitúa en el midwest estadounidense con pinceladas reminiscentes de Edward Hopper, donde el país ha dejado atrás la calma agraria del río Mississippi para precipitarse hacia el frenesí de los trenes y las fábricas. A través de las derivas de Bruce y Aline, la novela explora los abismos de la soledad, el deseo y el anhelo de encontrar sentido en una sociedad desencantada. 

Risa negra es una historia sobre la huida y la búsqueda incansable de autenticidad en un mundo arrollado por los escombros de la modernidad. A su paso, deja una huella indeleble y una estela que resuena con su risa oscura.

 

 

Sherwood Anderson (1871-1941) nació en Ohio y murió en Panamá. Fue obrero en una fábrica, soldado, periodista, publicista y hombre de negocios. En 1912 abandonó su trabajo y familia para dedicarse a escribir. Se instaló en Chicago, donde comenzó a publicar sus relatos cortos en periódicos y revistas, y se abrió paso en los círculos intelectuales que también frecuentaban escritores como William Faulkner, F. Scott Fitzgerald y Gertrude Stein. Su primer libro de cuentos, Winesburg, Obio (1919), es un texto fundamental de la literatura norteamericana de principios del siglo XX. Anderson comprendió rápidamente el poder del relato corto y la oralidad para forjar una materia prima que diera respuesta a la ola caliente de la industrialización y el resquebrajamiento de los viejos mitos nacionales. Risa negra (1925) es su quinta novela y también aquella en la que Anderson termina por configurar una lengua capaz de reflejar el motor de la vida estadounidense: la eterna fuga del hombre o, como él mismo lo define en sus Memorias, "el lento y doloroso esfuerzo de un hombre para surgir de algo".