Envíos a cualquier punto del país $7000

Narrativa

 

 

 

Nuestro mundo plateado

Los cuentos de Emiliano Salto imaginan algo que podríamos llamar objetos expansivos. Estos objetos son sustancias o entidades que se agrandan hasta cubrir otros objetos e hibridarlos en una misma cosa; como una boca-agujero negro que se alimenta de tiempo y se estira hasta oscurecer la vida entera de un hombre, una arcilla que trepa por los brazos de quienes la moldean hasta cubrir sus cuerpos o unas raíces que atrapan a un joven al fondo de un pozo y se multiplican cada vez que hace esfuerzos por salir. Los cuentos transcurren mientras, como telón de fondo perturbador, los objetos más expansivos no dejan de agrandarse: las ciudades plateadas. De un día para otro, las ciudades aparecen en el mundo hechas de un material indescifrable; que se nutre de recuerdos para expandirse y moldear sus formas. La melancolía y la tristeza son el alimento de los objetos expansivos: mientras más se empantanan los personajes en los recuerdos dolorosos del pasado, más crecen estos simbiontes.

Los personajes de Salto no son «felices»: varios hacen distintas terapias, casi todos están medicados y a todos les cuesta interactuar con otros. Pero los objetos expansivos digieren la tristeza y la transforman en algo distinto: un pasaje para salir de uno mismo y mezclarse con los demás –vivir en sus memorias, sentir con sus cuerpos. Creo que «ausentarse de uno mismo» es la utopía metafísica de estos cuentos: salir de la tristeza del presente para desplazarse a otro tiempo u otras vidas. Los objetos expansivos de Salto dejan «ser» a la tristeza el tiempo que sea necesario hasta que decida volverse algo más; lejos de la identidad y sus fantasmas, suave como la arcilla y opaco como un recuerdo lejano. Por eso creo que hay algo muy profundo de la personalidad de Salto que se trasluce en estos cuentos: nunca hay juicios sobre la tristeza, y eso hace que al leerlos uno se sienta acompañado.

Juan Revol

 

 

Emiliano Salto. Neuquén, 1987. Licenciado en Letras Modernas por la UNC. Es docente. Tiene una columna de radio sobre cine y tv. Participó de las antologías de cuentos Entre Dientes (La otra gemela, 2015); Muertos (de amor y de miedo) (Ediciones La terraza, 2016); Los dominos de la siesta (Hoy Día Córdoba, 2017); colección Sonda cartonera (Larvas Marcianas, 2017) Publicó el libro de relatos No todo cierra (Llanto de mudo, 2014), la novela corta de ciencia ficción PreFab (Borde Perdido Editora, 2019), el libro de cuentos Nuestro mundo plateado (Antipop editora, 2023). Fue premiado en los certámenes Manuel de Fallas, General Cabrera, Osvaldo Bayer, Itaú y en el concurso Cuentos a la calle, organizado por Una brecha.

 

Nuestro mundo plateado, Emiliano Salto

$15.000,00
Nuestro mundo plateado, Emiliano Salto $15.000,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Narrativa

 

 

 

Nuestro mundo plateado

Los cuentos de Emiliano Salto imaginan algo que podríamos llamar objetos expansivos. Estos objetos son sustancias o entidades que se agrandan hasta cubrir otros objetos e hibridarlos en una misma cosa; como una boca-agujero negro que se alimenta de tiempo y se estira hasta oscurecer la vida entera de un hombre, una arcilla que trepa por los brazos de quienes la moldean hasta cubrir sus cuerpos o unas raíces que atrapan a un joven al fondo de un pozo y se multiplican cada vez que hace esfuerzos por salir. Los cuentos transcurren mientras, como telón de fondo perturbador, los objetos más expansivos no dejan de agrandarse: las ciudades plateadas. De un día para otro, las ciudades aparecen en el mundo hechas de un material indescifrable; que se nutre de recuerdos para expandirse y moldear sus formas. La melancolía y la tristeza son el alimento de los objetos expansivos: mientras más se empantanan los personajes en los recuerdos dolorosos del pasado, más crecen estos simbiontes.

Los personajes de Salto no son «felices»: varios hacen distintas terapias, casi todos están medicados y a todos les cuesta interactuar con otros. Pero los objetos expansivos digieren la tristeza y la transforman en algo distinto: un pasaje para salir de uno mismo y mezclarse con los demás –vivir en sus memorias, sentir con sus cuerpos. Creo que «ausentarse de uno mismo» es la utopía metafísica de estos cuentos: salir de la tristeza del presente para desplazarse a otro tiempo u otras vidas. Los objetos expansivos de Salto dejan «ser» a la tristeza el tiempo que sea necesario hasta que decida volverse algo más; lejos de la identidad y sus fantasmas, suave como la arcilla y opaco como un recuerdo lejano. Por eso creo que hay algo muy profundo de la personalidad de Salto que se trasluce en estos cuentos: nunca hay juicios sobre la tristeza, y eso hace que al leerlos uno se sienta acompañado.

Juan Revol

 

 

Emiliano Salto. Neuquén, 1987. Licenciado en Letras Modernas por la UNC. Es docente. Tiene una columna de radio sobre cine y tv. Participó de las antologías de cuentos Entre Dientes (La otra gemela, 2015); Muertos (de amor y de miedo) (Ediciones La terraza, 2016); Los dominos de la siesta (Hoy Día Córdoba, 2017); colección Sonda cartonera (Larvas Marcianas, 2017) Publicó el libro de relatos No todo cierra (Llanto de mudo, 2014), la novela corta de ciencia ficción PreFab (Borde Perdido Editora, 2019), el libro de cuentos Nuestro mundo plateado (Antipop editora, 2023). Fue premiado en los certámenes Manuel de Fallas, General Cabrera, Osvaldo Bayer, Itaú y en el concurso Cuentos a la calle, organizado por Una brecha.