Novela

Mosca blanca, mosca muerta

Una vieja vitalista, en la plenitud de su cuarta edad, dispara una incontenible efervescencia verbal en forma de monólogo para repasar los hechos de su vida. En su ilación, la infancia, la adolescencia y la juventud van y vienen del presente en una suerte de permanente continuo en el que el lenguaje asume un rol protagónico: una mente mayor ejercitándose en el arte de la memoria, embutida en un cuerpo que se mantiene en forma gracias a una equilibrada combinación de gimnasio, sexo y paseos en moto. ¿Qué hace esta mujer en su discurso? ¿Presume, alardea, desvaría? Se diría que, más bien, todo a la vez. Una rara avis, pero con la lucidez para integrarse socialmente y pasar desapercibida, esta Mosca blanca, mosca muerta conserva intactos –o está absolutamente decidida a recuperar, ¡a su edad!– la capacidad de asombro, el deseo y la voluntad de contarlo todo sin pelos en la lengua.

Ana Ojeda nació en Buenos Aires, Argentina, el 8 de agosto de 1979. Es Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Desde 2005 y hasta 2017 fue editora del sello autogestivo El 8vo. loco ediciones, y desde 2017 en editora de Editorial Paidós Argentina. En 2014, participó del proyecto audiovisual Nuevas voces de la narrativa argentina. En 2018 fue seleccionada, junto a otros 15 editores de distintas partes del mundo, por la Feria del Libro de Frankfurt para integrar su Frankfurt Fellows Program, distinguiéndola como Fred Kobrak fellow 2018. Recibió el Segundo Premio Casa del Escritor en 2005. Fue finalista con mención de honor del III Premio Nacional Laura Palmer no ha muerto en 2012, finalista del Premio Indio Rico, en 2014. Mención en la categoría Cuento y relato en los Premios Nacionales 2018.