Envíos a cualquier punto del país $7000

Novela

 

 

 

Los pájaros van a morir a Buenos Aires

Buenos Aires, esa gran ciudad que cobija la ilusión de los que emigran de las provincias y de países vecinos en busca de un futuro mejor, es el escenario donde conviven con aterradora cotidianeidad la inocencia y la muerte. En estas páginas, donde se mezclan el amor, la violencia y hasta un humor muy particular -que Perrone maneja sabiamente-, vamos a retroceder a los años 74-75 empujados por la respiración de sus personajes. El abismo entre un futuro prometido y una realidad agobiante, marcado por la desesperanza y la violencia, conducen a la frustración de toda una generación, de todo un país.

 

Eduardo Perrone (Buby) nació en Tucumán el 12 de abril de 1940 en la estación de trenes de Villa Muñecas. Nieto de un empleado ferroviario, ya de adulto trabajó, entre otras cosas, como comerciante. En marzo de 1969 —junto a un grupo de amigos— fue acusado falsamente de violación y apresado por esto. Como consecuencia transitó por diferentes unidades de detención de la provincia, entre ellas la cárcel de Villa Urquiza, hasta recuperar su libertad tras demostrar su inocencia. Este tránsito dará origen a Preso Común (1973), su ópera prima. Después del éxito en que se convirtió esta primera novela llegará Visita, francesa y completo (1974) y Días de reír, días de llorar (1976). Luego de publicado su segundo libro, la dictadura militar proscribe su obra y los libros de Perrone dejan de circular. Más tarde publicará Los pájaros van a morir a Buenos Aires (1984) y La Jauría (1984), pero el manto oscuro de la dictadura deja sus marcas y no logra recuperar el esplendor del primer momento. Los últimos años del mítico escritor son de penuria e indigencia, vive en un vagón abandonado en calle Bernabé Aráoz casi Crisóstomo Álvarez. Eduardo Buby Perrone es encontrado sin vida al costado de las vías de su vagón en un crudo invierno el 18 de julio de 2009. 

 

Los pájaros van a morir a Buenos Aires, Eduardo Perrone

$17.000,00
Los pájaros van a morir a Buenos Aires, Eduardo Perrone $17.000,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Novela

 

 

 

Los pájaros van a morir a Buenos Aires

Buenos Aires, esa gran ciudad que cobija la ilusión de los que emigran de las provincias y de países vecinos en busca de un futuro mejor, es el escenario donde conviven con aterradora cotidianeidad la inocencia y la muerte. En estas páginas, donde se mezclan el amor, la violencia y hasta un humor muy particular -que Perrone maneja sabiamente-, vamos a retroceder a los años 74-75 empujados por la respiración de sus personajes. El abismo entre un futuro prometido y una realidad agobiante, marcado por la desesperanza y la violencia, conducen a la frustración de toda una generación, de todo un país.

 

Eduardo Perrone (Buby) nació en Tucumán el 12 de abril de 1940 en la estación de trenes de Villa Muñecas. Nieto de un empleado ferroviario, ya de adulto trabajó, entre otras cosas, como comerciante. En marzo de 1969 —junto a un grupo de amigos— fue acusado falsamente de violación y apresado por esto. Como consecuencia transitó por diferentes unidades de detención de la provincia, entre ellas la cárcel de Villa Urquiza, hasta recuperar su libertad tras demostrar su inocencia. Este tránsito dará origen a Preso Común (1973), su ópera prima. Después del éxito en que se convirtió esta primera novela llegará Visita, francesa y completo (1974) y Días de reír, días de llorar (1976). Luego de publicado su segundo libro, la dictadura militar proscribe su obra y los libros de Perrone dejan de circular. Más tarde publicará Los pájaros van a morir a Buenos Aires (1984) y La Jauría (1984), pero el manto oscuro de la dictadura deja sus marcas y no logra recuperar el esplendor del primer momento. Los últimos años del mítico escritor son de penuria e indigencia, vive en un vagón abandonado en calle Bernabé Aráoz casi Crisóstomo Álvarez. Eduardo Buby Perrone es encontrado sin vida al costado de las vías de su vagón en un crudo invierno el 18 de julio de 2009.