Narrativa
El silencio es otra muerte
Una maldición se cierne sobre un hombre y su hija, una sombra que lo traga todo y arrasa con la familia. En un pueblo desangelado la niña cierra su boca, se transfigura en un fantasma, el horror se apodera de ella hasta dejarla vacía. Se aferra a la vida con un último grito, pero nadie la escucha. Su cuerpo aparece quebrado. El hombre sabe que el asesino de su hija está en un lugar llamado El Cenagal, un punto en el que se encuentran los perdidos de la pampa árida, un tallo roto, una malformación, una anomalía. Los mismos rostros cada día, el mismo sol oscuro que no proyecta sombras, las mismas noches sin viento, sin pájaros, sin insectos, y la hierba amarilla que se desparrama como el pus. En esta novela, Matías Segreti narra, desde la voz del padre, la historia de una joven asesinada. ¿Qué haría un hombre si un amigo mata a su hija? Las señales que se omiten, la invisibilización de las víctimas, el terror dentro de una casa, lo que se espera de un padre y una madre, una historia de violencias y un hombre que se encuentra con su propio infierno.
Matías Segreti nació en 1982 en la Ciudad de Buenos Aires. Licenciado en Educación por la Universidad Nacional de Quilmes, es formador de docentes y coordina equipos de trabajo para la alfabetización de personas en situación de calle y trabajadores/as sexuales. Publicó las novelas Aunque a nadie ya le importe, El día que conseguí trabajo y Gauchito. También, es autor del libro de relatos Los Brutos, que fue traducido al portugués y publicado en Brasil, Perú, Argentina y Venezuela. Trabaja, y ha colaborado, en diferentes medios nacionales e internacionales, en los que escribe columnas sobre literatura y educación. Fue jurado de concursos literarios nacionales y, actualmente, dirige la Editorial Criolla. Es papá de Olivia.
El silencio es otra muerte, Matías Segreti
Narrativa
El silencio es otra muerte
Una maldición se cierne sobre un hombre y su hija, una sombra que lo traga todo y arrasa con la familia. En un pueblo desangelado la niña cierra su boca, se transfigura en un fantasma, el horror se apodera de ella hasta dejarla vacía. Se aferra a la vida con un último grito, pero nadie la escucha. Su cuerpo aparece quebrado. El hombre sabe que el asesino de su hija está en un lugar llamado El Cenagal, un punto en el que se encuentran los perdidos de la pampa árida, un tallo roto, una malformación, una anomalía. Los mismos rostros cada día, el mismo sol oscuro que no proyecta sombras, las mismas noches sin viento, sin pájaros, sin insectos, y la hierba amarilla que se desparrama como el pus. En esta novela, Matías Segreti narra, desde la voz del padre, la historia de una joven asesinada. ¿Qué haría un hombre si un amigo mata a su hija? Las señales que se omiten, la invisibilización de las víctimas, el terror dentro de una casa, lo que se espera de un padre y una madre, una historia de violencias y un hombre que se encuentra con su propio infierno.
Matías Segreti nació en 1982 en la Ciudad de Buenos Aires. Licenciado en Educación por la Universidad Nacional de Quilmes, es formador de docentes y coordina equipos de trabajo para la alfabetización de personas en situación de calle y trabajadores/as sexuales. Publicó las novelas Aunque a nadie ya le importe, El día que conseguí trabajo y Gauchito. También, es autor del libro de relatos Los Brutos, que fue traducido al portugués y publicado en Brasil, Perú, Argentina y Venezuela. Trabaja, y ha colaborado, en diferentes medios nacionales e internacionales, en los que escribe columnas sobre literatura y educación. Fue jurado de concursos literarios nacionales y, actualmente, dirige la Editorial Criolla. Es papá de Olivia.
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