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Crónica

 

 

 

El mar nunca se acaba

Cada viaje es una porción de vida, y cada relato de viaje, la ilusión de captar el movimiento y detenerlo en palabras. ¿Cómo contar, en esa pérdida de una misma y de todo lo conocido, un lugar extranjero o extraño? ¿Cómo explicar la paradoja de vivir una experiencia, de adquirir cierto conocimiento del lugar y, al mismo tiempo, sentirse como perdida en este mundo? 

Las nueve crónicas que componen este libro fueron escritas en distintos viajes y mudanzas, momentos a lo largo de más de veinte años, a través de una escritura inmediata o a la distancia. Irán, Armenia, Varsovia o Venecia, viajes en barco o a través de montañas en una república en guerra, una inmensa cabeza de Lenin olvidada en el patio de un museo, caminatas por jardines chinos o el recuerdo que genera una taza rota comprada en un pueblito del sur de Alemania son los lugares y temas que intentan reflejar ese intrincado naufragio que es la vida humana, para la que no existen guías ni instrucciones de viaje.

 

Liliana Villanueva nació en Buenos Aires; entre 1986 y 1996 vivió en Alemania y más tarde cuatro años en Moscú, donde fue corresponsal de prensa. Egresada de la UBA, trabajó como arquitecta en el estudio Brandt & Böttcher de Berlín y fue docente en la Universidad de Darmstadt, donde se doctoró en arquitectura en 2008. Publicó Las clases de Hebe Uhart (Blatt & Ríos 2015), Sombras rusas (Blatt & Ríos 2017), Lloverá siempre. Las vidas de María Esther Gilio (Criatura, 2018), Maestros de la escritura (Godot, 2018) y Otoño alemán (Blatt & Ríos, 2019). Por sus crónicas de viajes recibió los premios Mikel Essery (País Vasco, 2012) y en dos ocasiones el Premio Osvaldo Soriano (La Plata, 2013 y 2016). Las clases de Hebe Uhart recibió el Premio del Lector de la Fundación el libro de Buenos Aires en 2015 y Lloverá siempre, el Premio Casa de las Américas de Cuba en 2017. Actualmente vive entre Buenos Aires y Berlín.

El mar nunca se acaba, Liliana Villanueva

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El mar nunca se acaba

Cada viaje es una porción de vida, y cada relato de viaje, la ilusión de captar el movimiento y detenerlo en palabras. ¿Cómo contar, en esa pérdida de una misma y de todo lo conocido, un lugar extranjero o extraño? ¿Cómo explicar la paradoja de vivir una experiencia, de adquirir cierto conocimiento del lugar y, al mismo tiempo, sentirse como perdida en este mundo? 

Las nueve crónicas que componen este libro fueron escritas en distintos viajes y mudanzas, momentos a lo largo de más de veinte años, a través de una escritura inmediata o a la distancia. Irán, Armenia, Varsovia o Venecia, viajes en barco o a través de montañas en una república en guerra, una inmensa cabeza de Lenin olvidada en el patio de un museo, caminatas por jardines chinos o el recuerdo que genera una taza rota comprada en un pueblito del sur de Alemania son los lugares y temas que intentan reflejar ese intrincado naufragio que es la vida humana, para la que no existen guías ni instrucciones de viaje.

 

Liliana Villanueva nació en Buenos Aires; entre 1986 y 1996 vivió en Alemania y más tarde cuatro años en Moscú, donde fue corresponsal de prensa. Egresada de la UBA, trabajó como arquitecta en el estudio Brandt & Böttcher de Berlín y fue docente en la Universidad de Darmstadt, donde se doctoró en arquitectura en 2008. Publicó Las clases de Hebe Uhart (Blatt & Ríos 2015), Sombras rusas (Blatt & Ríos 2017), Lloverá siempre. Las vidas de María Esther Gilio (Criatura, 2018), Maestros de la escritura (Godot, 2018) y Otoño alemán (Blatt & Ríos, 2019). Por sus crónicas de viajes recibió los premios Mikel Essery (País Vasco, 2012) y en dos ocasiones el Premio Osvaldo Soriano (La Plata, 2013 y 2016). Las clases de Hebe Uhart recibió el Premio del Lector de la Fundación el libro de Buenos Aires en 2015 y Lloverá siempre, el Premio Casa de las Américas de Cuba en 2017. Actualmente vive entre Buenos Aires y Berlín.