Poesía
Chupar la piedra
No sé si tenga espejos en su casa y, en caso afirmativo, si habrán de ser de grandes dimensiones o ínfimas; sospecho lo segundo. Lo que sí sé es que Legna Rodríguez no tiene un solo peplo de ateniense: nació en Cuba y ahora vive en Miami. Y no es anciana, es una niña vieja que tiene el mismo nombre que su abuelo -Ángel- pero al revés, como si la herencia fuera un palíndromo que se interrumpe a mitad de camino.
En Legna, que es prolífica -alegre y juguetona, siempre astuta-, no hay arduas calistenias militares ni un bunker en el sótano para entrenar la lengua, sólo la disciplina sin medida ni horarios, a plena luz del día y al aire de la noche, del placer y la fe; y nada de pudor, más bien gracia, coraje y alegría. Chupar la piedra es todo lo contrario a un correctivo: es una invitación a llevarse a la boca, con la curiosidad de los bebés, las cosas de este mundo -las palabras, las piedas- para experimentarlas y gozarlas.
Ezequiel Zaidenwerg
Legna Rodríguez Iglesias nació en Camagüey, Cuba, en 1984. Ha publicado los volúmenes de poesía Tregua fecunda (2011), Chupar la piedra y Chicle (2012) y La Gran Arquitecta (2014), además de los relatos de Ne me quitte pas (2011), ¿Qué te sucede, belleza? (2011) y No sabe / no contesta (2015). Las analfabetas, su segunda novela tras Mayonesa bien brillante (2012), se publicó también en Bokeh (2015).
Chupar la piedra, Legna Rodríguez Iglesias
Poesía
Chupar la piedra
No sé si tenga espejos en su casa y, en caso afirmativo, si habrán de ser de grandes dimensiones o ínfimas; sospecho lo segundo. Lo que sí sé es que Legna Rodríguez no tiene un solo peplo de ateniense: nació en Cuba y ahora vive en Miami. Y no es anciana, es una niña vieja que tiene el mismo nombre que su abuelo -Ángel- pero al revés, como si la herencia fuera un palíndromo que se interrumpe a mitad de camino.
En Legna, que es prolífica -alegre y juguetona, siempre astuta-, no hay arduas calistenias militares ni un bunker en el sótano para entrenar la lengua, sólo la disciplina sin medida ni horarios, a plena luz del día y al aire de la noche, del placer y la fe; y nada de pudor, más bien gracia, coraje y alegría. Chupar la piedra es todo lo contrario a un correctivo: es una invitación a llevarse a la boca, con la curiosidad de los bebés, las cosas de este mundo -las palabras, las piedas- para experimentarlas y gozarlas.
Ezequiel Zaidenwerg
Legna Rodríguez Iglesias nació en Camagüey, Cuba, en 1984. Ha publicado los volúmenes de poesía Tregua fecunda (2011), Chupar la piedra y Chicle (2012) y La Gran Arquitecta (2014), además de los relatos de Ne me quitte pas (2011), ¿Qué te sucede, belleza? (2011) y No sabe / no contesta (2015). Las analfabetas, su segunda novela tras Mayonesa bien brillante (2012), se publicó también en Bokeh (2015).
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