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Biografía

 

 

 

 

¡Vendida!

Estas «memorias íntimas» de Cosia Zeilón, «discretamente ampliadas y ordenadas» por el poeta, narrador y periodista Nicolás J. Jozami (1905-1932), son el testimonio del sórdido derrotero de una joven campesina rusa, que comienza en Odesa y termina en el Río de la Plata muchos años después. Prostituida bajo engaños, se convierte en Esther Jadzikoba, y con el correr del tiempo llega incluso a regentear uno de los tantos prostíbulos de la red de trata Zwi Migdal, que operó en nuestro país entre 1906 y 1937 y cuya fachada legal era la sociedad de socorros mutuos Varsovia. Es aún con la Zwi Migdal en actividad que el autor se aventura en ese mundo de prostitutas, proxenetas y rufianes, lo cual, se sospecha, tuvo que ver con su temprana muerte, a los veintiséis años. Como señala el escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky en el prólogo, aunque Jozami la declare apenas una transcripción, ¡Vendida! lleva su pulso literario, convirtiendo las desgarradoras circunstancias de esta biografía en un relato único y fascinante.

 

 

 

 

 

Nicolás Jozami La información es escasa y contradictoria, pero casi podemos asegurar que Nicolás Jacinto Jozami nació en Paraná el 10 de septiembre de 1905 y murió el 3 de julio de 1932 en Rosario.

También son pocas las imágenes que disponemos del autor: «Ya lo veo a Jozami, Nicolasito, con la sonrisa permanente a flor de labios y que parecía fluir de sus ojos y de todo su cuerpo», dice José María Gangli, citado por Pedrazzoli en la Enciclopedia de Entre Ríos.

Poeta, narrador y periodista. Se dijo que «pareciera que un instinto de muerte cercana ampliará las facultades creadoras de Jozami», no sabemos qué puede tener esto de cierto. Sí, que con 26 años de vida fue un escritor prolífico y, lo que quizás es más importante, plasmó un proyecto literario de asombrosa unidad: una escritura urbana de las penumbras, penumbras de la ciudad y también de las mentes que la habitan. Paraná tuvo su poeta negro.

 

 

¡Vendida!, Nicolás Jozami

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Estas «memorias íntimas» de Cosia Zeilón, «discretamente ampliadas y ordenadas» por el poeta, narrador y periodista Nicolás J. Jozami (1905-1932), son el testimonio del sórdido derrotero de una joven campesina rusa, que comienza en Odesa y termina en el Río de la Plata muchos años después. Prostituida bajo engaños, se convierte en Esther Jadzikoba, y con el correr del tiempo llega incluso a regentear uno de los tantos prostíbulos de la red de trata Zwi Migdal, que operó en nuestro país entre 1906 y 1937 y cuya fachada legal era la sociedad de socorros mutuos Varsovia. Es aún con la Zwi Migdal en actividad que el autor se aventura en ese mundo de prostitutas, proxenetas y rufianes, lo cual, se sospecha, tuvo que ver con su temprana muerte, a los veintiséis años. Como señala el escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky en el prólogo, aunque Jozami la declare apenas una transcripción, ¡Vendida! lleva su pulso literario, convirtiendo las desgarradoras circunstancias de esta biografía en un relato único y fascinante.

 

 

 

 

 

Nicolás Jozami La información es escasa y contradictoria, pero casi podemos asegurar que Nicolás Jacinto Jozami nació en Paraná el 10 de septiembre de 1905 y murió el 3 de julio de 1932 en Rosario.

También son pocas las imágenes que disponemos del autor: «Ya lo veo a Jozami, Nicolasito, con la sonrisa permanente a flor de labios y que parecía fluir de sus ojos y de todo su cuerpo», dice José María Gangli, citado por Pedrazzoli en la Enciclopedia de Entre Ríos.

Poeta, narrador y periodista. Se dijo que «pareciera que un instinto de muerte cercana ampliará las facultades creadoras de Jozami», no sabemos qué puede tener esto de cierto. Sí, que con 26 años de vida fue un escritor prolífico y, lo que quizás es más importante, plasmó un proyecto literario de asombrosa unidad: una escritura urbana de las penumbras, penumbras de la ciudad y también de las mentes que la habitan. Paraná tuvo su poeta negro.