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Narrativa

 

 

 

El Superpalo

El Superpalo empieza con un Piii… Piiiii… que resulta promisorio y fundacional, ya que el pitido tartamudeico se funde con el nombre de ÉL Personaje y su sueño:

Piii… Piiiii… Pidovca soñaba… Piii… Piii... Piidovca soñaba con sus vaquitas y con su mujer.

Y así como a ese sueño le cuesta iniciarse, también le cuesta finalizar:

Soñaba que sus vaquitas le daban vaquillas y que su mujer mu… mu... muuuuchos machitos… y que, con sus machitos, arreaba las vaquillas al potrero del Barcino para que el Barcino las sirviera y las hiciera vaquitas y las vaquitas siguieran teniendo vaquillas, vaquillas, vaquillas y más vaquillas…

Quizá en este sueño disparatado se cifre la marca del Superpalo, del Superpalo como novela y de Él Superpalo como personaje… ese “héroe cachivache, subversivo y desfachatado”, al decir de G. Marrón.

Y bien, la marca es el exceso y la incontinencia… esa lujuria verbal y aventurera que exige una prosa y un lugar no habitual para su existencia. Fundada para la ocasión, ese lugar es La Oliva; la comarca es La Trapa. Lugar en el que confluyen los delirios sonámbulos de Pidovca; los sueños emancipatorios de Huck and Berry, esos extraños obreros de Detroit que lograron imprimir su ideario social en el temperamento del motor Ford TT; los de Virgilio, émulo del Marinero Anatol y sus andanzas por los Dardanelos, o los de Pali y su extraviado instinto maternal… y tantos otros sueños y deseos que difícilmente algo o alguien pueda propiciar su realización… salvo, claro, El Superpalo.

El Super no es sólo una novela de aventuras, sino una aventura como novela… su prosa vertiginosa y febril, o aquietada y reflexiva, glosa ante nuestros ojos una conjunción paradójica; la convivencia de ironía y solemnidad.

El Súper nos acerca a esa extraña forma de cómo las historias mudan en la sociedad, a través de los hechos objetivos del mundo fantástico.

 

 

Humberto Bas, Jaguaracagmyta, Paraguay, 1965. Reside en Neuquén, Argentina.

Ha publicado: El Superpalo (novela), El Fracaso, 2009; Varoncitos (cuentos), Con doble zeta, 2014. El SR. UG… (novela), Entropía, 2015.

Su cuento La Culeada, fue adaptado al Teatro por Grisel Nicolau; con el relato Phela Le participó en la Antología de la nueva narrativa Latinoamérica, revista Vice, México (2016), y en Mar Fantasma, cuentistas contemporáneos de Bolivia y Paraguay (2018). El cuento Putus Versus fue incluido en Paraguay Cuenta, cinco siglos en 40 ficciones (2018).

 

El Superpalo, Humberto Bas

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El Superpalo

El Superpalo empieza con un Piii… Piiiii… que resulta promisorio y fundacional, ya que el pitido tartamudeico se funde con el nombre de ÉL Personaje y su sueño:

Piii… Piiiii… Pidovca soñaba… Piii… Piii... Piidovca soñaba con sus vaquitas y con su mujer.

Y así como a ese sueño le cuesta iniciarse, también le cuesta finalizar:

Soñaba que sus vaquitas le daban vaquillas y que su mujer mu… mu... muuuuchos machitos… y que, con sus machitos, arreaba las vaquillas al potrero del Barcino para que el Barcino las sirviera y las hiciera vaquitas y las vaquitas siguieran teniendo vaquillas, vaquillas, vaquillas y más vaquillas…

Quizá en este sueño disparatado se cifre la marca del Superpalo, del Superpalo como novela y de Él Superpalo como personaje… ese “héroe cachivache, subversivo y desfachatado”, al decir de G. Marrón.

Y bien, la marca es el exceso y la incontinencia… esa lujuria verbal y aventurera que exige una prosa y un lugar no habitual para su existencia. Fundada para la ocasión, ese lugar es La Oliva; la comarca es La Trapa. Lugar en el que confluyen los delirios sonámbulos de Pidovca; los sueños emancipatorios de Huck and Berry, esos extraños obreros de Detroit que lograron imprimir su ideario social en el temperamento del motor Ford TT; los de Virgilio, émulo del Marinero Anatol y sus andanzas por los Dardanelos, o los de Pali y su extraviado instinto maternal… y tantos otros sueños y deseos que difícilmente algo o alguien pueda propiciar su realización… salvo, claro, El Superpalo.

El Super no es sólo una novela de aventuras, sino una aventura como novela… su prosa vertiginosa y febril, o aquietada y reflexiva, glosa ante nuestros ojos una conjunción paradójica; la convivencia de ironía y solemnidad.

El Súper nos acerca a esa extraña forma de cómo las historias mudan en la sociedad, a través de los hechos objetivos del mundo fantástico.

 

 

Humberto Bas, Jaguaracagmyta, Paraguay, 1965. Reside en Neuquén, Argentina.

Ha publicado: El Superpalo (novela), El Fracaso, 2009; Varoncitos (cuentos), Con doble zeta, 2014. El SR. UG… (novela), Entropía, 2015.

Su cuento La Culeada, fue adaptado al Teatro por Grisel Nicolau; con el relato Phela Le participó en la Antología de la nueva narrativa Latinoamérica, revista Vice, México (2016), y en Mar Fantasma, cuentistas contemporáneos de Bolivia y Paraguay (2018). El cuento Putus Versus fue incluido en Paraguay Cuenta, cinco siglos en 40 ficciones (2018).