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Arte

 

 

 

Alfredo Gogna. Seis visitas al taller del maestro

Este libro plasma la ardua selección entre fragmentos y reproducciones completas de apenas un centenar de obras de entre las más de tres mil que Alfredo Gogna produjo entre 1953 y 2008, y que esperamos sea el pretexto para ver y conocer la “pintura imposible” de su creador. 

Alfredo Gogna. Seis visitas al taller del maestro es una llave de ingreso a su obra. La pintura fue su mundo y su manera de existir. Hecha de imágenes, colores y líneas, su obra está animada, inexorablemente, por el rasgo personal del pintor en su intento de reafirmar y celebrar el derecho a la libertad. Entre Santiago del Estero y Buenos Aires, Gogna crea una pintura contemporánea. Pinta sin salir de su taller y sin embargo en sus cuadros las puertas golpean, aspiran al encuentro con la vida.

Julio Ferdman, por otra parte, acompaña la estética del artista brindándonos una mirada que al mismo Gogna –quien desconfiaba del discurso de la crítica especializada– le hubiese gustado. Ferdman, desde su penetrante y ágil palabra, aporta claves que a la vez ayudan a entender el propósito de este libro y a construir otros modos de ver la pintura de Alfredo Gogna.

 

 

Alfredo Gogna nació en Tandil, Provincia de Buenos Aires, en 1930. Era el menor de cuatro hermanos. Su padre Francisco, hijo de inmigrantes italianos un obrero picapedrero y anarquista lo llevaba desde niño a las reuniones del sindicato. A los 22 años emprendió un viaje por América con destino a Machu Picchu, Perú.

Llevaba por único equipaje su pasión por el arte, sus ideas políticas imbuidas de interés social, su avidez por la cultura precolombina. En el Norte Argentino conoció a Eneas Spilimbergo. Gogna se sumó activamente al proyecto del gran pintor argentino de formar en Tucumán una escuela de muralistas, inspirado en la experiencia de los mexicanos Siqueiros, Rivera y Orozco.

Para 1985 Gogna ya había desarrollado en Santiago una notable actividad artística que se reflejaba en la magnitud y singularidad de la obra realizada, en la aparición nuevos artistas y discípulos, en numerosas exposiciones en salones nacionales e internacionales y en los premios y distinciones obtenidos; entre otros, el primer premio del Salón Nacional del sesquicentenario de Tucumán.

Para ese entonces ya había fundado el Profesorado Superior de Arte. En 1986 se instaló en Buenos Aires y abrió un nuevo taller iniciándose un nuevo período en el que se desarrolla una etapa especial de su obra. Expuso en el Paláis de Glace y en el Museo de Arte Moderno al tiempo que sus obras fueron expuestas en Museos y colecciones privadas de Europa, Cuba y Estados Unidos.

En 2003 Gogna regresó a Santiago para recuperar su salud y emprender su última etapa pictórica y creativa. Falleció en 2008.

 

Alfredo Gogna. Seis visitas al taller del maestro

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Alfredo Gogna. Seis visitas al taller del maestro

Este libro plasma la ardua selección entre fragmentos y reproducciones completas de apenas un centenar de obras de entre las más de tres mil que Alfredo Gogna produjo entre 1953 y 2008, y que esperamos sea el pretexto para ver y conocer la “pintura imposible” de su creador. 

Alfredo Gogna. Seis visitas al taller del maestro es una llave de ingreso a su obra. La pintura fue su mundo y su manera de existir. Hecha de imágenes, colores y líneas, su obra está animada, inexorablemente, por el rasgo personal del pintor en su intento de reafirmar y celebrar el derecho a la libertad. Entre Santiago del Estero y Buenos Aires, Gogna crea una pintura contemporánea. Pinta sin salir de su taller y sin embargo en sus cuadros las puertas golpean, aspiran al encuentro con la vida.

Julio Ferdman, por otra parte, acompaña la estética del artista brindándonos una mirada que al mismo Gogna –quien desconfiaba del discurso de la crítica especializada– le hubiese gustado. Ferdman, desde su penetrante y ágil palabra, aporta claves que a la vez ayudan a entender el propósito de este libro y a construir otros modos de ver la pintura de Alfredo Gogna.

 

 

Alfredo Gogna nació en Tandil, Provincia de Buenos Aires, en 1930. Era el menor de cuatro hermanos. Su padre Francisco, hijo de inmigrantes italianos un obrero picapedrero y anarquista lo llevaba desde niño a las reuniones del sindicato. A los 22 años emprendió un viaje por América con destino a Machu Picchu, Perú.

Llevaba por único equipaje su pasión por el arte, sus ideas políticas imbuidas de interés social, su avidez por la cultura precolombina. En el Norte Argentino conoció a Eneas Spilimbergo. Gogna se sumó activamente al proyecto del gran pintor argentino de formar en Tucumán una escuela de muralistas, inspirado en la experiencia de los mexicanos Siqueiros, Rivera y Orozco.

Para 1985 Gogna ya había desarrollado en Santiago una notable actividad artística que se reflejaba en la magnitud y singularidad de la obra realizada, en la aparición nuevos artistas y discípulos, en numerosas exposiciones en salones nacionales e internacionales y en los premios y distinciones obtenidos; entre otros, el primer premio del Salón Nacional del sesquicentenario de Tucumán.

Para ese entonces ya había fundado el Profesorado Superior de Arte. En 1986 se instaló en Buenos Aires y abrió un nuevo taller iniciándose un nuevo período en el que se desarrolla una etapa especial de su obra. Expuso en el Paláis de Glace y en el Museo de Arte Moderno al tiempo que sus obras fueron expuestas en Museos y colecciones privadas de Europa, Cuba y Estados Unidos.

En 2003 Gogna regresó a Santiago para recuperar su salud y emprender su última etapa pictórica y creativa. Falleció en 2008.